17 de noviembre de 2011

Contra Dios y marea III

La ley de lo perfecto
es una ley
perfecta:
Cuando no falta casi
nada, parece que faltara
casi todo.
El último paso
gana altura
hacia adentro.
El cuerpo pide
que el universo se reduzca.
El cerebro pide
temblores,
tambores,
insomnio, agua y santidad.
La piel pide piel.
Los ojos piden ojos.
La sangre nunca falla.
La ley de lo perfecto es Clara:
la sangre no se va.

2 comentarios:

Félix Ruiz Martinez dijo...

Muy bueno sebastian

Anónimo dijo...

Da gusto darme una vuelta por el blog de Sebastian, siempre rescato la fuerza de su poesía, uno de los autores que considero saben decir diferente y nos dejan siempre la posibilidad de una reflexión en lo que dice.

Lily Chavez